sábado, 23 de marzo de 2013

Causas más comunes de aborto


Desgraciadamente, hay ocasiones en que se sufre un aborto espontáneo y se pierde al bebé antes de que nazca. A veces es imposible evitar que esto ocurra, pero otras sí que se puede, llevando a cabo una serie de hábitos saludables que ayudan al correcto desarrollo del feto. Conoce las causas y lo que puedes hacer para no tener que enfrentarte a un proceso tan duro.



Aborto espontáneo

Si el feto muere dentro del útero antes de la semana 24 de gestación, se le llama aborto espontáneo. Si la muerte se produce después, se le llama “parto de feto muerto”. La mayoría de los abortos suceden en las primeras semanas del embarazo y se deben a anomalías en el feto. No se sabe exactamente el porcentaje de embarazos que se interrumpen espontáneamente, pero se cree que ronda entre el 10 y el 30% aproximadamente.

¿Cuáles son las causas?

La causa más común de los abortos naturales es una anomalía cromosómica en el feto. Según los expertos, hasta el 70% de los abortos espontáneos que tienen lugar durante el primer trimestre se origina por este motivo.

La mayoría de estas anomalías son resultado de un óvulo o espermatozoide defectuoso. Si una célula tiene la cantidad incorrecta de cromosomas, el embrión tiene una anomalía cromosómica y, por lo general, se produce un aborto espontáneo. Las anomalías cromosómicas aumentan con la edad: las mujeres mayores de 35 años corren un riesgo mayor de aborto espontáneo que las mujeres más jóvenes.

Las anomalías cromosómicas también pueden producir un “cigoto detenido”, un saco de embarazo que no contiene feto alguno, ya sea porque el embrión no se formó o porque dejó de desarrollarse muy temprano. En las primeras semanas, la mujer puede notar que sus síntomas de embarazo han desaparecido y puede tener sangrado vaginal de color marrón oscuro. Con un examen por ultrasonido podrá observarse si el saco de embarazo está vacío. Un cigoto detenido terminará en aborto espontáneo, que a veces puede tardar varias semanas en producirse. Dado que la espera de un aborto espontáneo es traumática, los médicos suelen recomendar vaciar el útero mediante un procedimiento llamado D&C (dilatación y curetaje).

Hay otros factores que también pueden influir, como infecciones y problemas hormonales o de salud en la madre (por ejemplo, diabetes mal controlada, lupus eritematoso sistémico o enfermedad tiroidea).

Los hábitos de la madre también pueden incrementar el riesgo de sufrir un aborto espontáneo durante el primer trimestre. Las mujeres que beben alcohol, fuman o consumen drogas ilícitas corren un riesgo mayor. También el uso indiscriminado de analgésicos, antiinflamatorios (por ejemplo, ibuprofeno) y aspirinas puede aumentar su riesgo de sufrir un aborto espontáneo.

Aborto tardío

Cuando el bebé muere dentro del útero, la madre ha de enfrentarse a algo mucho peor: el parto. Dar a luz a un bebé muerto es una experiencia traumática y cruel. Los principales motivos por los que se llega a esta situación son:

-Problemas de placenta. A veces, la placenta se separa del útero (abrupción de la placenta), lo que ocurre con mayor frecuencia alrededor de la semana 35 del embarazo. Este trastorno provoca sangrados considerables que pueden poner en peligro la vida de la madre y la del bebé e impide que el feto reciba la cantidad adecuada de oxígeno. Las mujeres que fuman tienen un 50% más de riesgo de abrupción que las que no fuman. También las que sufren preeclampsia (presión arterial alta) corren el doble de riesgo de abrupción que las mujeres no afectadas.(
La preeclampsia es una condición que combina presión arterial elevada (más de 140/90) y cantidades excesivas de proteína en la orina de la madre. Entre un 5% y 8% de las mujeres embarazadas la padecen, según Preeclampsia Foundation.La preeclampsia se produce cuando la placenta no llega a desarrollarse por completo y se crea hipertensión arterial en los vasos sanguíneos maternos. La enfermedad puede presentarse después de la semana 20 de embarazo, aunque la mayoría de los casos la reportan a partir de la semana 37. Al afectar tu riego sanguíneo, la preeclampsia pone en riesgo tanto tu salud como la del bebé, pero su gravedad depende del momento de tu embarazo en que se manifieste y con qué rapidez avance)

 

Defectos de nacimiento. Entre el 5 y el 10 por ciento de los bebés nacidos sin vida tienen anomalías relacionadas con sus cromosomas. Otros bebés nacidos sin vida tienen deformaciones que no son causadas por anomalías cromosómicas, pero que pueden ser el resultado de causas genéticas, medioambientales o desconocidas.

- Retraso en el crecimiento. Los fetos que crecen con atraso tienen un riesgo mayor de morir de asfixia (falta de oxígeno), tanto antes de nacer como durante su nacimiento, y por causas desconocidas. Las mujeres con elevada presión sanguínea tienen un riesgo mayor de dar a luz un bebé de crecimiento limitado. Mediante un examen de ultrasonido durante el embarazo se puede comprobar que el feto está creciendo de manera demasiado lenta, permitiendo de este modo saber que es recomendable monitorear el embarazo cuidadosamente.

- Infecciones. Las infecciones bacterianas que involucran al feto o a la placenta son una causa importante de las muertes fetales que ocurren entre las semanas 24 y 27 de gestación. A menudo estas infecciones no causan síntomas en la mujer embarazada y pueden pasar inadvertidas hasta provocar serias complicaciones, tales como la muerte del feto o su nacimiento en forma prematura (antes de terminar la semana 37 del embarazo). Después del parto, es posible demostrar si la muerte del feto fue provocada por una infección bacteriana mediante la realización de pruebas con la placenta.


Hacer frente a tu pérdida

Tu aflicción necesita ser tratada con mucho tacto; es una pérdida que puede complicarse por los sentimientos de culpa. Hablad entre vosotros y con el médico sobre lo que sentís. Pedidle que os explique las razones de vuestra pérdida, pero aceptad el hecho de que puede que nadie sepa exactamente por qué ha muerto el bebé. Sobre todo, mirad hacia el futuro; la mayoría de las parejas que han perdido un bebé se convierten en poco tiempo en los orgullosos padres de un bebé sano.


Principales síntomas de alerta

Muchas veces, un aborto espontáneo no da síntomas importantes. Las señales de alarma pueden ser la desaparición de los síntomas típicos del embarazo -náuseas, vómitos, y los dolores mamarios- o la hemorragia genital y dolores cólicos abdominales debidos a contracciones uterinas.

El sangrado vaginal, si va acompañado por dolores menstruales o dolores abdominales más fuertes, puede ser una señal de que la mujer está a punto de tener un aborto espontáneo. Ese es el momento de acudir al médico, quien realizará un examen interno para determinar si el cuello del útero está dilatado (señal de que es probable que se produzca un aborto espontáneo) y, a veces, un examen por ultrasonido y análisis de sangre. Las mujeres que tienen abortos espontáneos deben procurar conservar parte del tejido en un recipiente limpio para que el médico pueda examinarlo.